martes, 24 de enero de 2017

LOS AÑOS DE PEREGRINACIÓN DEL CHICO SIN COLOR


La parte en cursiva contiene spoilers.

Breve ficha técnica
Título original: Shikisai wo Motanai Tazaki Tsukuru to, Kare no Junrei no Toshi (色彩を持たない多崎つくると、彼の巡礼の年)
Idioma original: Japonés
Autor: Haruki Murakami
Año: 2013
Editorial: Tusquets Editores
Número de edición: Segunda
Número de páginas: 314

Tsukuru Tazaki vive sumido en la inercia, se deja llevar por el paso del tiempo sin activarse, contemplando lo que sucede a su alrededor y conformándose con una existencia poco más que vacía. Sus únicas aspiraciones son subsistir y desarrollarse en su trabajo, por el que tiene vocación desde joven: el diseño y la fabricación de estaciones ferroviarias.

A pesar de su realidad, aparentemente apática, sigue habiendo una cuestión de su pasado no resuelta, ubicada en su adolescencia. Fue entonces cuando cultivó sus mejores amistades, un círculo cercano de amigos íntimos de una calidad tal que no volvería a encontrar nunca más. Vivían felizmente, los cinco, en la ciudad de Nagoya, y pretendían permanecer siempre ahí para no quebrantar los lazos que los unían. Los apellidos de todos los miembros contenían un color. Excepto el de Tsukuru: por eso, lo conocían como ‘el chico sin color’.

Igualmente, entre ellos compartían un precioso vínculo, que parecía inherente e inalterable. Sin embargo, Tsukuru solo era capaz de enfocar su futuro en Tokio, la gran capital. Su traslado no significó el punto final del grupo, pero sí un distanciamiento, que se iba ensanchando con el paso del tiempo, a pesar de que el protagonista solía visitar su ciudad natal con cierta frecuencia.

Todo marchaba bien hasta que, en las vacaciones de verano del segundo curso de la universidad, Tsukuru regresó a Nagoya para pasar unos días, y parecía que sus amigos habían desaparecido del mapa. No contestaban al teléfono, y sus familiares los excusaban alegando que estaban ocupados y, por lo tanto, ausentes. El joven decidió insistir, hasta que uno de ellos decidió poner fin a la situación, confirmándole que él ya no podía pertenecer al grupo.

No buscó motivos ni explicaciones. No luchó ni se debatió. El abandono de sus supuestos amigos le cayó encima como una losa. Y llegó a sus límites. Acarició la muerte, que estaba cada vez más próxima. Estuvo a punto de desfallecer. Consiguió recobrar su salud, pero no su bienestar, y ese oscuro episodio sigue, en la actualidad, atascado en algún punto oculto de su mente. Aunque intente esconderlo, evitarlo, tarde o temprano acabará teniendo que confrontarlo.

Sara Kimoto, una chica que ha conocido recientemente y por la que está sintiendo algo más que un simple interés, desenterrará esas memorias y le obligará a enfrentarse a su pasado. Tsukuru, si quiere progresar con sus deseos respecto a ella, tendrá que reencontrarse con sus antiguos amigos, y descubrir el infortunio que provocó su expulsión del grupo, y su consiguiente desmoronamiento.

Haruki Murakami nos introduce en la personalidad de una alma solitaria, que había encontrado un sitio en el que estaba cómodo, pero se lo arrebataron, y que, aunque aparentemente tiene una vida exitosa, navega en la oquedad, en el sosegado escabullirse del tiempo, ajeno a las alteraciones por decisión propia, por el pavor y resignación que le desencadenó una desventura que determinó silenciar a la fuerza. El lector puede, en ocasiones, identificarse con el personaje, que se ha abandonado al conformismo, porque es la vía fácil, la que no requiere esfuerzos ni sacrificios, y ha acallado sus inquietudes para no tener que encararse a sus miedos. La novela es dinámica, cautivadora y sorprendente, los acontecimientos están constantemente ensombrecidos por el velo de la duda y el misterio que los cubre. El estilo del autor es sencillo y directo, y atrapa de tal manera que consigue hacerse inolvidable.   

El motivo por el que expulsaron a Tsukuru del grupo lo dejan muy claro: Shiro manifestó que había sido violada por él, aprovechándose de su confianza. Ese supuesto suceso la dejó traumatizada y, evidentemente, quiso cortar toda relación con el muchacho, y los otros también le retiraron la palabra. Sin embargo, todos piensan que ella tenía problemas psicológicos y que la violación no existió, al menos no con la participación de Tsukuru. No obstante, la asiduidad con la que Shiro y su otra amiga Kuro aparecen en sus sueños eróticos, y que siempre solo sea Shiro dentro de quien eyacule, me hace sospechar que quizás sí que él cometió esa agresión sexual y que, por una extraña razón, fuera de mi entendimiento, lo olvidó por completo. Creo que Murakami dejó esa incógnita en el aire expresamente, para que nosotros, los lectores, le diéramos al coco y sacáramos nuestras interpretaciones al respecto. Yo he pensado bastante sobre ello, y no he sacado unas conclusiones definitivas, pero el tema sigue escamándome. Los que hayáis leído la novela, ¿qué pensáis? Podéis dejar un comentario con vuestra opinión.


2 comentarios:

  1. Curioso título del libro,igual que curiosa la historia..gracias por la reseña y tu tiempo 😘

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    Respuestas
    1. No sé si la traducción es adecuada con el título original, puesto que no tengo ni idea de japonés. Me pareció muy original la manera de Murakami de narrar la historia y es una novela que siempre recordaré especialmente.
      ¡Gracias a ti, por leerme y dejar comentarios!

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